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Una madre ha denunciado este jueves a través de su cuenta personal de Facebook que el club de fútbol CD Betoño de Vitoria no permite inscribir para jugar partidos a su hijo con autismo. Esta ciudadana de la capital vasca ha publicado una carta en las redes sociales explicando el caso de su hijo de 9 años con autismo, que lleva más de un año en el club vitoriano y que, según ella, «su mayor ilusión es jugar al fútbol». «Su objetivo: poder jugar un partido (como los demás), no habiendo faltado a un solo entrenamiento durante un año en un club, sin jugar los sábados y sin perder su sonrisa», ha expresado. 

La madre relata que había decidido este año «darle la oportunidad», pero matiza que recibió «un ‘whatsapp’ del coordinador» este miércoles en el que indicaba que «se ha decidido que siga entrenando, pero que no puede jugar partidos». Tras reunirse la madre, el directivo, el coordinador del club y el entrenador, la tutora del niño apunta que desde el club alegan «causas objetivas» que, según ella, «nadie ve hasta el punto de apartarle de los partidos y no hacerle ficha». ¿Estos son los valores que enseñan a los niños en este lugar?, se pregunta la madre, que ha comentado que el niño, al recibir la noticia, «lloró de una manera que nadie mínimanente humano puede soportar».

Una situación muy delicada

«Hay que estar en la carcasa de unos padres que han luchado y sufrido toda la vida del niño porque esta selva social le dañara lo mínimo posible, para empatiza

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r con lo que podemos sentir al verle así», ha destacado. «Intentaron hacernos desistir de seguir de la manera más rastrera. Y sin ir de frente», ha manifestado, y ha aclarado que «no es una pataleta del crío porque él ha demostrado contar con unos valores de los que ellos deberían tomar nota».

Cuestión de empatía

«Espero que duerman bien por las noches y no se despierten llorando, como él», ha concluido. El CD Betoño, por su parte, ha respondido a través de la red social Twitter que «en todos y cada uno de los ejercicios» han tenido en sus filas a «afectados por enfermedades mentales, físicas, etcétera», y ha subrayado que han tratado y tratan «con niños, no solo autistas, también con asperger, problemas respiratorios y de crecimiento».

Por este motivo han considerado que «desvirtuar la información no lleva más que a desinformar y amplificar una información del todo incorrecta», al tiempo que han explicado que con este tipo de casos, «por su especial tratamiento», se hace «de forma individual con cada familia y se busca integrar dentro de un grupo de niños a otros que por su enfermedad tienen dificultades, como es el caso». 

Tras estas explicaciones, el club ha cerrado filas y ha indicado que no darán «información pública sobre este u otros casos», pues «se tratan de forma privada y se toman las decisiones en conjunto con las familias». «En este caso, el club no se había pronunciado al respecto», han concluido desde la entidad.