Los fisioterapeutas, médicos y todo el personal relacionado con el primer equipo de Chelsea continuaron trabajando con los jugadores después de que el Gobierno británico impusiera sanciones a Abramovich, el dueño del Club, pero otros departamentos, como los negocios, los recursos humanos, la contabilidad y el equipo de marketing, dejaron de funcionar, informó el diario español Marka.
Los directores del Club se mantuvieron inmóviles y no pudieron tomar ninguna decisión. La CEO marina granovskaya todavía está en la Junta, pero no tiene ninguna capacidad ejecutiva porque no se le permite renovar su contrato o traer nuevos jugadores.
Los empleados de Chelsea todavía están cobrando, pero las cuentas del Club están congeladas, lo que significa que no hay gastos adicionales. Incluso los jugadores pagan por el autobús del equipo.
Estas restricciones continuarán hasta el 31 de mayo, pero se espera que los nuevos compradores tengan luz verde para completar la adquisición a finales de abril.
Los dueños de los Cubs de Chicago de la NBA han mostrado interés en hacerse cargo de Chelsea, pero los fans de blues han expresado su preocupación por la controversia que rodea a los propietarios de los Cubs, la familia Ricketts.
Mientras tanto, Chelsea no puede vender entradas para sus partidos en casa, excepto para los de la Liga de Campeones.
Algunos patrocinadores están dispuestos a poner fin a su asociación con el blues, pero ninguno de ellos ha hecho nada al respecto.
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