España llegaba a Cardiff con el objetivo de confirmar lo visto en los dos primero partidos de la era Luis Enrique contra Inglaterra y Croacia. La Selección se enfrentaba a una Gales muy debilitada con la baja de Bale, que poco tendría que ofrecer en el partido. Alcácer empujó el rodillo español con un doblete para ser el hombre gol del combinado nacional. Ramos y Bartra, ambos de cabeza, se sumaron al festival.